Inicio y años 40
“Soy artista de nacimiento.
Nací así y creo que así moriré sin remedio”
Con trece años, estudiando en los Hermanos Maristas de Balmaseda, realiza un retrato a su abuela materna y comienza su formación artística (1929 – 1934) en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao, siendo sus maestros Ángel Larroque y Federico Saénz.
Artista precoz; con dieciséis años, consigue Primer Premio de Pintura y es elegido para exponer, por primera vez, en la II Exposición de Artistas Vascongados (1932) en Bilbao y Barcelona, junto con los maestros Aranoa, Hermanos Arrue, Maeztu, Menchu Gal, etc. También será seleccionado para exponer en la III y IV Exposición de Artistas Vascos (1934 y 1935) organizadas por el Museo de Bilbao y expuestas en Bilbao y Barcelona. Por ser el benjamín entre artistas y contertulios, le llamaban cariñosamente El chaval de Balmaseda, como así se dirigía a él Unamuno, cuando asistía a sus tertulias del café La Concordia.
Debido a su fama de buen retratista, recibe su primer encargo como pintor, realiza el retrato de Juan Gallano Begoechea, Presidente de la Diputación de Bilbao durante la II República Inicia su andadura artística con un estilo clásico y figurativo, que personaliza, resultando una pintura sobria y concisa en sus resultantes.
Viajes de estudios, premios y diplomas a nivel local y nacional, le conducen a Italia y Francia, donde estudia a los pintores del Quattrocento y a los Impresionistas.La década de los 40 no fue un tiempo fácil para la pintura vasca. El vendaval de la contienda civil, había dispersado a los pintores más significativos de nuestra pintura, rasgando también la incipiente carrera de jóvenes promesas. A continuación, la II Guerra Mundial, hace aún más largo y más profundo, el paréntesis de la incomunicación y el silencio en el campo de la creatividad. Si la pintura vasca fue vanguardia en el arranque del siglo XX, ya no lo era tanto a mediados del mismo.
En el Bilbao de la postguerra, la desaparición de la Asociación de Artistas Vascos (1911- 1937) y el cierre de la Escuela de Artes y Oficios de Achuri (1879- 1938), deja un gran vacío en la vida cultural y artística de Vizcaya.
En 1940 una nueva agrupación artística se constituye en Bilbao, el Grupo del Suizo. Nombre derivado de uno de los cafés, donde se reunían gran parte de los jóvenes pintores, con aspiraciones artísticas que surgen en la posguerra: Aróstegui Barnier, Mª Teresa Aguirre, Belausteguigoitia, Ferrer, Legorburu, Quintana, Otaño, Rodet Villa, Santafé Largacha, Suarez, Taubman, Uribe y Zubigaray.
La primera exposición colectiva del Grupo del Suizo, se muestra en la sala Delclaux (1941); y durante los siguientes años se produce una gran actividad creativa, expositiva, de conferencias, de intercambio artístico con otras ciudades, se publica un Boletín Informativo de Arte (1942-1948) y también se realiza un programa de radio, Pinceles, en Bilbao.
En 1944 al Grupo del Suizo, se unirían otros artistas y escritores; unión que derivaría en la Asociación Artística Vizcaína -AAV- , legalmente constituida en 1.945 para reivindicar la profesionalización del arte.
El intento entusiasta por lograr la recomposición de la vida artística en Bizkaia, en un contexto
hostil y lleno de carencias tras la contienda civil, merece una referencia meritoria en la evolución del arte vasco. Resurge con fuerza una generación de artistas plásticos, con inquietudes nuevas dentro de la figuración, que dan paso a múltiples tendencias.
“… Aquella lección que ya supo el renacentista Rafael de que la pintura es cosa mental, y que tan a fondo supo impresionar a ese célebre de la pintura Cezanne,de nuestro arte moderno; la explica a fondo en su cátedra de arte el artista Rodet, que partiendo de una concepción original, sólida y fuerte, acaba recreándose en los juegos de un color liricamente sentido y expresado.”